Pangolines, entre las especies más amenazadas. Foto Sol de Margarita |
El número de especies animales y vegetales que están
amenazadas ha alcanzado un nuevo récord en 2017 y cubre un 30 % de todas las
especies examinadas para la elaboración anual de la Lista Roja de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Hace un año, la Lista Roja de la UICN contenía 24.000
especies, lo que indica que en el plazo de un año centenares más han pasado a
estar amenazadas.
"Esta extinción masiva no sólo está ocurriendo en
lugares lejanos, sino directamente frente a nosotros. Las abejas y otros
insectos desaparecerán sin hacer ruido de nuestros campos y prados",
advirtió la entidad medioambiental.
Los insectos polinizadores pronto podrían empezar a escasear
en Europa a causa del uso masivo de pesticidas en la agricultura, teme la UICN,
que pone como ejemplo el caso de Alemania, donde la presencia de insectos
voladores ha disminuido en un 75 % en 27 años.
La entidad señaló que hacer un uso adecuado de los
pesticidas no es solo responsabilidad del sector agrícola, sino también de las
ciudades y de los particulares, que utilizan regularmente pesticidas sin
considerar el impacto que tienen en la naturaleza.
Los pangolines también son una especie que ha sido
particularmente diezmada en 2017 por los contrabandistas, a pesar de que su
comercio internacional está totalmente prohibido desde el pasado enero.
La persecución de esta especie se debe a que es el único
mamífero cuya piel está cubierta de grandes escamas.
Tanto sus pieles como animales vivos se siguen confiscando
en África y Asia y la UICN cifra en 1,1 millones los ejemplares vivos
incautados en los últimos 16 años en ambos continentes.
La situación de los elefantes en los bosques de África
central es "dramática" y su número se ha reducido en un 66 %, hasta
contar con menos de 10.000 especímenes, principalmente a causa del tráfico
ilegal de sus colmillos.
Mientras tanto, la población de caballitos de mar ha
disminuido en un 30 % en las aguas de Europa en la última década.
A pesar de que su comercio y pesca están prohibidos en el
Mediterráneo, esto no impide su captura accidental en las redes de los
pescadores, a lo que se suma el impacto que tiene sobre la especie el uso
excesivo de fertilizantes, el cambio climático y la pesca de arrastre.
La situación de los koalas también es nefasta, con un 80 %
de su población que ha desaparecido de ciertas regiones de Australia desde los
años noventa, entre otras causas por la destrucción de bosques enteros de
eucalipto que constituyen su hábitat natural.
El informe del UICN contiene algunas buenas noticias, como
el aumento del número de tortugas marinas en varias regiones y el nacimiento de
cinco panteras persas, una especie del Cáucaso de la que no quedan más que cuarenta
a sesenta ejemplares.
Nacieron también este año nueve delfines del Mékong, del que
sólo quedan ochenta especímenes. Los estudios indican que recientemente su tasa
de mortalidad ha retrocedido, lo que podría permitir que la especie vuelva a
reconstituirse tras el daño que ha sufrido a causa de las represas y de las
redes de pesca.
EFE / Publicado por el diario Sol de Margarita