lunes, 17 de septiembre de 2018

Científicos investigan índices de capturas ilegales de tortugas marinas durante crisis venezolana


Por Brigitte Hernández Escalona

@muevetexambiente






























En Venezuela, sacar una tortuga del mar con fines de consumo se considera pesca ilegal. Tomarla desde las costas es tipificado como caza furtiva. En ambos casos está prohibido y castigado, según la Ley Penal de Ambiente. Aun cuando es una información ampliamente difundida y conocida, persisten en el país diversos grupos vandálicos dedicados a las capturas ilegales de esta especie protegida y en amenaza de extinción.

Para el 2013, según las estadísticas del Grupo de Trabajo de Tortugas Marinas del estado Nueva Esparta (GTM-NE), sólo en la región insular venezolana se promediaban más de 17 mil especies capturadas y comerciadas ilegalmente en 17 puertos pequeros de la Isla de Margarita. En algunos períodos, sin embargo, se alcanzaron topes de 23 mil unidades capturadas por año.

Se estima que estos índices podrían verse aumentados considerablemente, dada la crisis económica y alimentaria registrada durante los últimos años en el país, ya que por tradición insular, la ingesta de los recursos naturales (peces y tortugas) es mayor durante los períodos festivos y en los momentos de criticidad económica.

Indicadores científicos
Partiendo de esta premisa, los científicos del Grupo de Trabajo con Tortugas Marinas en Nueva Esparta (GTM-NE), la Fundación Avista, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y otras instituciones financiadoras, han iniciado una investigación para determinar a cuánto ascienden hoy en día los indicadores de pesca ilegal y caza furtiva de tortugas marinas en las zonas costeras de Margarita, Los Roques y la zona central del país.

“Desde hace muchos siglos, los habitantes de Margarita y Coche aplican la pesca de estas especies con fines de consumo y para la comercialización ilegal de la carne y huevos de tortugas. Creemos que ante la crisis de alimentos en el país, estas estadísticas se han visto incrementadas. Es lo que vamos investigar en todos los puertos pesqueros posibles, en varias zonas del país”, señala Pedro Vernet, fundador del GTM-NE y miembro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Los científicos esperan tener algunos resultados concluyentes para final de año, indicadores que permitan establecer estrategias articuladas y recomendaciones que presentarán ante las autoridades competentes, datos científicos vinculantes que permitan garantizar el resguardo de estas especies en amenaza de extinción, así como para la protección de sus hábitats naturales.    


Poblaciones disminuidas
Hasta el 2013, el GTM-NE llevó un registro detallado sobre los indicadores de tortugas anidando y desovando en las playas insulares. Contabilizaban entre 25-30 capturas por semana; cifra que ascendía a 60 ejemplares durante días festivos como Semana Santa.

Vernet explica que para entonces también se aplicaba el sistema de preventa de tortugas, por lo que  los grupos vandálicos salían a cazar sus encargos, situación que registraba a la vista de muchos y quedaba impune en la mayoría de los casos, principalmente en el municipio Antolín del Campo.  

“Hace 80 años se contaban más de 70 tortugas de la especie caguamo anidando por noche en playa El Agua, hoy no llegan a 3 tortugas hembras por período. Las poblaciones se han visto severamente disminuidas, eso es lo que vamos a investigar y actualizar la data que llevábamos”, añade el biólogo.

En las Islas de Margarita y Coche, durante las temporadas altas (de marzo a septiembre), ocurren las épocas de desove de tortugas marinas, siendo los balnearios El Agua y Parguito algunos de los que más registraban presencia de tortugas marinas, entre ellas de las especies verde, carey, cardón y caguamo.

Publicado en el Diario Sol de Margarita


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