Algunas de las mayores brechas que enfrentan
los países de América Latina en la actualización de sus Comunicaciones
Nacionales y sus Informes Bienales de Actualización ante la Convención
Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), están
relacionadas con la elaboración de sus inventarios nacionales de gases
de efecto invernadero (INGEI) y el mantenimiento de sistemas de
inventario estables en el tiempo.
Otros desafíos son la creación y el mantenimiento de capacidades
técnicas sostenibles para poder informar y apoyar las políticas
nacionales sobre cambio climático, así como para cumplir con los
requisitos internacionales de los reportes establecidos por la CMNUCC.
Esto se torna crítico también para que las Contribuciones Naciones o
planes climáticos de los países cuenten con una base técnica e
informativa apropiada, acorde con sus ambiciones.
Es por eso que el pasado 30 de junio fue establecida formalmente la
Red Latinoamericana de Inventarios Nacionales de Gases de Efecto
Invernadero, como una iniciativa de cooperación Sur-Sur con la
participación de 12 países de la región: Chile, Argentina, Colombia,
Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y
República Dominicana.
La Red tiene como objetivo facilitar el desarrollo sostenible de
capacidades técnicas e institucionales por medio del intercambio de
experiencias y la adopción de las mejores prácticas. Es apoyada por el
Global Support Programme del PNUD/PNUMA, que actúa como facilitador,
proporcionando apoyo técnico y financiero para su operación, y cuenta
con una Secretaría pro-tempore para la coordinación general que hasta la fecha está a cargo del Gobierno de Chile.
La iniciativa tiene la particularidad de ser impulsada por los mismos
países participantes, quienes tienen la responsabilidad de establecer
el plan de trabajo que incluye la agenda anual de la Red, identificar
las prioridades técnicas y participar activamente en el intercambio de
experiencias, tanto positivas como negativas.
Coordinación con otras redes
Cada país es representado por lo menos por dos puntos focales
técnicos. Además, se realizarán esfuerzos concretos de coordinación con
redes existentes para facilitar sinergias y fomentar el valor agregado
de cada iniciativa específica, evitando repeticiones y duplicaciones
innecesarias. Se espera que otros asociados y donantes proporcionen
también apoyo técnico y, cuando sea posible, apoyo financiero.
La Red facilitará el intercambio de conocimiento mediante una diversa
gama de herramientas y mecanismos, como redes virtuales, webinars,
talleres temáticos, intercambios bilaterales y apoyo técnico en aspectos
como el fortalecimiento y creación de capacidades en el uso de las
Directrices del IPCC de 2006 y cómo enfrentar barreras en la recolección
de datos y en la implementación de sistemas de control y garantía de
calidad. También se realizarán evaluaciones por parte de expertos y se
simularán ejercicios.
De acuerdo con Paulo Cornejo, coordinador de inventarios de GEI del
Ministerio del Medio Ambiente de Chile, “esta Red, que el Gobierno de
Chile ha venido impulsando desde 2013, significa un importante avance en
materia de inventarios de GEI a nivel regional. Sabemos que en la
región hay una amplia experiencia en el desarrollo de inventarios de
GEI, pero hasta el momento ha sido aislada y queremos aprovecharla para
impulsar una cooperación beneficiosa para todos”.
Según Cornejo, la idea final de la Red es incrementar la calidad de
los inventarios de GEI para contar con valiosa información que los
tomadores de decisión podrán usar para definir políticas públicas
apropiadas.
Para Damiano Borgogno, Coordinador del Programa Global de Apoyo de
PNUD/PNUMA para las Comunicaciones Nacionales y los Informes Bienales de
Actualización, con la nueva fase de acción climática que representa el
Acuerdo de París, aunque el apoyo internacional continúa jugando un
papel importante, es clave que los países latinoamericanos se empoderen
cada día más en sus políticas e iniciativas climáticas y reconozcan no
solo la necesidad de adaptarse a esta nueva era climática, sino también
que aprovechen las oportunidades que ofrece la transición a un
desarrollo bajo en emisiones en cuanto a una mayor
eficiencia, sostenibilidad, innovación y nueva creación de trabajo.
"Consideramos que tal transición puede realizarse de manera más
rápida y eficiente al proveer un espacio de dialogo e intercambio, de
manera que los países compartan sus experiencias y sus ideas y se ayuden
mutualmente, resaltando ese espíritu de colaboración que hace grande a
América Latina", señaló Borgogno.
La Red llevará a cabo su primer taller regional el 11 de octubre en
Santiago de Chile con el propósito de facilitar el intercambio inicial
de experiencias entre los diferentes representantes de cada país, así
como desarrollar el plan de trabajo.
Fuente: Katiana Murillo - LatinClima
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